imagen de: periódico correo
En Guanajuato, uno de los estados más afectados por la sequía en México, los campesinos enfrentan una situación crítica.
La falta de lluvias y el soporte insuficiente de las autoridades han dejado a estos agricultores con pocas alternativas para mantener sus cultivos vivos.
Ante esta desesperada realidad, han comenzado a utilizar aguas residuales, conocidas popularmente como «aguas negras», para irrigar sus campos.
Esta práctica, aunque riesgosa, se ha convertido en la única opción viable para algunos en la lucha por salvaguardar su sustento y producción agrícola.
El embalse de la Presa de Santa Clara, que históricamente ha proporcionado agua a seis comunidades en Acámbaro, se ha secado, obligando a los agricultores a buscar alternativas de riego.
Miguel Ruiz Guzmán, comisariado ejidal del Ejido Acámbaro, explicó la gravedad de la situación.
Ruiz, ha señalado que, sin la presa, no hay líquido vital para comenzar el ciclo de riego.
Las tierras, que ahora dependen del agua del canal Sanguijuelas, son regadas con aguas residuales, una solución de último recurso ante la ausencia de opciones.
Aunque el riego con aguas residuales es una solución temporal y no ideal, preocupan los efectos secundarios.
Ruiz Guzmán destaca que, por ser el primer año de su aplicación y tratándose de cultivos de gramíneas como el maíz y el sorgo, no se anticipan impactos adversos inmediatos en la salud.
Sin embargo, advierte que el uso continuo de estas aguas podría saturar el suelo con metales pesados y otros contaminantes.
Lo que eventualmente convertiría la tierra en improductiva para la agricultura.
Lamentablemente esto ya ha pasado en otros lugares, como se explica en el siguiente video:
@arido_agricultura ¿Cómo riegan nuestros alimentos? #agricultura?? #agriculturaindustrial #riego #aguasnegras ? sonido original – Árido Agricultura
A pesar de los evidentes riesgos, las aguas residuales aportan ciertos beneficios.
La materia orgánica y otros compuestos pueden promover el crecimiento de las plantas y mejorar la estructura del suelo.
Esta «ventaja» no oculta el hecho de que la práctica es una medida de emergencia, no una solución sostenible a largo plazo.
La situación en Guanajuato es un claro recordatorio de las difíciles decisiones que enfrentan los agricultores bajo extremas condiciones de sequía.
Este caso resalta la necesidad urgente de políticas más efectivas y sostenibles de gestión de agua y apoyo agrícola.
Especialmente en regiones propensas a la sequía, no se tienen planes de contingencias.
Desaparición de las presas guanajuatenses a causa de la sequía extrema
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