con imágenes tomadas de la red
Miles de migrantes pasan por Guanajuato todos los años en búsqueda de nuevas oportunidades.
Marta Silvia Ponce Zavala, junto a sus dos hijos, lleva más de 10 años apoyando a migrantes que pasan por Irapuato.
Su labor incluye proporcionar comida, ropa y orientación para que continúen su viaje evitando a migración.
Es importante destacar que toda su labor la realiza de manera independiente a cualquier organización.
Marta explica que el apoyo varía según la disponibilidad, pero siempre se centra en cubrir las necesidades básicas de los migrantes.
Especialmente en cuanto a ropa adecuada para climas extremos.
La comida que ofrece está basada en los platillos típicos de sus países de origen, asegurándose de que disfruten de algo familiar en su travesía.
“El apoyo que brindamos es de acuerdo a lo que tengamos disponible, si es ropa básica de acuerdo a las necesidades de ellos sobre todo que vayan cómodos en cuanto a los climas extremos a los que se exponen y debido la temporada que sea”.
Brindar orientación no es tarea fácil y es una tarea que requiere de muchísimo esfuerzo.
Marta y su equipo se capacitan constantemente para ofrecer información actualizada sobre rutas y transportes seguros.
Este conocimiento lo obtienen tanto de otros activistas como de las experiencias compartidas por los propios migrantes a través de redes como WhatsApp.
“Para darles orientación, nosotros nos tenemos que capacitar, investigar y documentar para poder transmitirle cómo, por dónde, qué distancias, que ciudades, en que tren se pueden subir, para que ellos puedan llegar a sus destinos”.
La solidaridad entre activistas ha sido crucial para poder brindar un mejor apoyo a los migrantes.
Desde Irapuato hasta Torreón, se han formado grupos que comparten información vital.
Este intercambio ha sido facilitado por la tecnología, permitiendo que los migrantes se actualicen en tiempo real sobre sus experiencias y alertas.
“Hay un grupo de activistas que se han unido desde Irapuato hasta la ciudad de Torreón, de varias ciudades donde pasa el tren.”
“El mismo migrante que se lleva tu celular va compartiendo la información, ‘oiga, pasé por tal ciudad, pasó esto o pasó esto en las otras de la ciudad y nos fuimos uniendo y así se formaron los grupos de whatsapp”.
La ayuda de Marta no se limita a migrantes de ciertos países, sino que ha asistido de una gran variedad de nacionalidades, demostrando que la necesidad es universal.
Ha asistido a personas de Venezuela, India, África, China, Libia, Siria, Ucrania, Brasil, Haití, Perú, Bolivia, Argentina, Costa Rica y Panamá.
“Me ha tocado atender a una familia de la India, a gente de África, de Burundi, de Senegal y de Mozambique”.
“También me han tocado chinos, de Libia, de Siria, unos de Ucrania, gente de Brasil, haitianos, peruanos, bolivianos, de Argentina, de Costa Rica y uno de Panamá”.
Marta confiesa que su motivación para ayudar viene desde su infancia, influenciada por su abuela materna.
Este valor de servicio lo transmite ahora a sus hijos, inculcándoles la importancia de dar sin esperar nada a cambio.
“Disfruto dar mi tiempo a ellos, darles calidad de información, de atención y de orientación, porque crecí con esa formación de servicio”.
“Mi abuela materna me enseñó y lo aprendí desde niña y actualmente se los estoy transmitiendo a mis hijos”.
“La vida da muchas vueltas, nunca sabemos de qué manera podemos también nosotros necesitar de alguien».
“Siempre lo hemos hecho sin esperar nada a cambio”.
Christian Vargas, hijo mayor de Marta, cuenta que hay experiencias que lo han marcado.
Estas experiencias que viven los migrantes al atravesar México han cambiado la forma de ver la vida para Christian.
“Me han contado que ese trayecto de Tapachula a Ciudad Juárez es lo peor que les ha pasado”.
“Dicen que prefieren pasar dos veces la Selva del Darién a pasar lo que están viviendo, ciertas ciudades donde está la migra, pero ellos mismos han dicho que en Irapuato los ayudan como no tienen ni idea”.
Christian destaca que su motivación proviene de Dios, quien le ha enseñado a desprenderse de lo material para ayudar a quienes más lo necesitan.
“Me pasó un caso muy bonito, un señor al que le di una chamarra llegó a Estados Unidos y me mandó una foto y me dijo ‘Mira, tengo todavía tu chamarra”.
Marta invita a la comunidad irapuatense a colaborar donando lo que puedan.
Ofrece su contacto para coordinar las entregas y recoger donaciones, subrayando la importancia de cada pequeño gesto de solidaridad.
“Si gustan apoyar de algún modo a nuestros amigos migrantes, pueden contactarme directamente al 4621079737”.
“Nos ponernos de acuerdo si nos vemos debajo del puente donde se encuentran resguardados para entregar lo que nos donen o bien nos trasladamos a donde nos digan para recogerlo”.
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