Foto de cortesía
Un cantautor es un poeta que escribe, canta y toca un instrumento; es un juego de energía musical que logra tocarnos el corazón, y bien podría ser la descripción de Poncho Torres.
Y es que la música siempre está presente en grandes momentos, gracias a ella, cada vez que suena una melodía que ameniza un instante especial, nos remonta ese gran recuerdo.
Nuestro entrevistado utiliza esas grandes dosis de música que salen desde sus entrañas, nos comparte un poco de sí y nos prepara para contemplar el aire que lo usa como vínculo para que sus sonidos logren llegar a nuestros oídos.
Es difícil saber el momento exacto, ya que ha estado presente conmigo desde mis primeros recuerdos. En mi casa todo era música. Mi mamá escuchaba música ranchera como a Los Hermanos Zaízar, Martín Urieta, Julio Jaramillo y mi papá disfrutaba mucho de los Bee Gees, Bob Dylan y The Beatles, por mencionar algunos.
Mis primeros recuerdos están ligados a canciones, sin darme cuenta, crecí y la música se convirtió en mi juego.
Cuando era niño, soñaba con hacer conciertos, hacía mis primeras presentaciones en mi cama, en el espejo, guitarreaba raquetas, no sé en qué momento me involucre, además me di cuenta de que era un modo muy eficaz de comunicación.
También me sirvió como una llave de muchas puertas, es parte de mi vida. A la fecha, si quisiera remontarme a un momento preciso sería difícil encontrarlo, ya que siempre estuvo presente.
Me gusta celebrar mi aniversario los días 1 de abril, ya que ese día presente mi primer disco o demo, con canciones originales. Todo ocurrió en una tienda de música de la ciudad, contenía 10 temas.
En este año 2024, cumplo 20 años de aquella vez, todo ese tiempo llevo persiguiendo canciones.
Me gusta recolectar historias, ideas nuevas, palabras de todo lo que nos rodea. De pronto saco una buena idea de algún libro, de películas. Cuando camino por la calle, me gusta mucho estar observando, busco metáforas escondidas en mi camino.
No me gusta enfocar mi atención a un solo asunto, creo que en el mundo hay muchísimas cosas de las cuales hablar.
Procuro siempre ir buscando nuevos temas que explicar desde mi lente.
Creo que ha evolucionado a grandes pasos en manos de la tecnología, no solamente los géneros musicales o los temas de los que traten las letras, la forma en la que se crea la música hoy es totalmente distinta.
Aunque la música evolucione o se transforme, estamos cayendo en una retroalimentación del pasado. Los artistas estamos volteando al pasado y sacando destellos de aquello que sonó cuando éramos niños, de lo que nos genera nostalgia, pero traducido a este lenguaje caótico del presente.
Es una noria que sigue dando vueltas, es una canción cantada una y otra vez por distintas generaciones.
Este último disco lleva por nombre «Camino», me gusta verlo como un viaje sonoro a través de todos los géneros musicales, los sonidos que han influenciado mi trabajo desde el principio hasta hoy, fue una labor bastante dura de una y mil formas, pero también me ha bendecido con personas con las que tenía muchas ganas de poder compartir una canción, de aprender de todos ellos.
Es un álbum que tiene 11 temas, en ellos se pueden escuchar géneros y estilos que influenciaron mi carrera desde el principio, como el reggae, el funk y el blues.
Me he atrevido a experimentar con ritmos de los cuales jamás habría soñado trabajar, como es la cumbia, el hiphop, etc. Este disco fue una gran prueba para mí.
Después de 3 años de trabajo, logramos sacar este último álbum en el fin de 2023. Me siento muy motivado a continuar escribiendo y a hacer canciones.
También me ha puesto en jaque, me ha hecho abrir los ojos y básicamente me ha caído «el veinte» además, me ha llenado de esperanza, me ha renovado la pila para seguir cantando.
Es una pregunta muy difícil, ya que a todas mis canciones les guardo un cariño muy especial y cada una la tengo en su altar.
Es la primera vez que me permito hablar de mí de una forma más abierta. Acostumbraba a ocultarme en mis canciones y a andarme por las ramas. En este último disco está mi carne y mi alma expuestas en cada tema, pero si tuviera que elegir un tema, elegiría «Cantar de sombras» que es una canción que yo no escribí, la escribió Jaime Corona, es una canción que diseño pensando en mí, logro captar algo que ni yo me atrevía a decirme frente a un espejo.
Es una canción que me duele, pero también me recuerda que estoy aquí, vivo, libre pero preso de mí mismo.
Los desafíos se me han ido presentando conforme voy avanzando, creo que siempre supero pruebas que me hacen sembrar los pies en la tierra, recuerdo que ahora son nada, como poder hacer un acorde en la guitarra en los primeros años, igualmente el hecho de poder convencer a mi gente y a mí mismo de que este era mi camino, de que era mi misión fue un gran reto.
Con los años que me caen a los hombros, mi gran incitación es lograr capitalizar mi trabajo. El arte me ha llenado de mucha dicha, de mucha paz, es un camino difícil tratándose de lo económico.
Estoy queriendo llevar a otro nivel mi música, quiero vivir de ella, tengo que hacer mil y un malabares para seguir invirtiendo, pero me siento muy optimista.
Estoy convencido de que no hay que querer vivir de la música, sino vivir para ella.
Mientras caliento un poco la voz, dedico unos cuantos minutos antes de subir al escenario a dar las gracias. Hasta hace unos pocos años la música se convirtió en mi trabajo, todo era tan cotidiano que comencé a perderle el respeto, no veía que me llenaba el alma y me daba de comer.
Después de la pandemia, aprendí a agradecer, volteo a ver hacia el público, a la gente y, aunque no la haya, siempre agradezco la oportunidad de volver a cantar.
La música me ha hecho vivir muchos momentos muy lindos, desde la sensación y la adrenalina de estar cantando frente a muchas personas, hasta abrir conciertos de grandes artistas.
También aquellos momentos en los que estoy en un bar y descubro que alguien esta cantando una canción que a mí se me ocurrió años atrás en la soledad de mi habitación, ver que esta persona pueda adoptar esta canción como suya y cantarla me genera una conexión muy especial.
El arte no es de quien lo hace, nosotros solo somos una antena.
El mejor consejo que podría dar es que no tengan miedo, que se enfrenten al arte, que si bien es una fuente inagotable de bondad, también es una dura prueba, es una vida de sacrificio.
Mi segundo consejo es que si, a pesar de todo, sigues sintiendo miedo, que con miedo avances, que corras hacia lo que te hace sentir vivo.
Es importante defender eso, lo que nos hace sentir nosotros mismos. Siempre vale la pena portar nuestra bandera y nunca conformarnos.
El chico callado, productor guanajuatense
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