Nuestro bello y tradicional México tiene una gran riqueza en leyendas, además de relatos que son parte de su historia y sobre todo de su identidad.
Celaya, Guanajuato, cuenta con un vasto repertorio de leyendas con espectros, casas misteriosas o personajes históricos. Estos relatos siguen vivos en la tradición oral de los mexicanos, por ello despiertan la curiosidad de sus visitantes.
A continuación te proponemos dos leyendas celayenses de las más populares con temática diversas con la que queremos que disfrutes del folclor mexicano.
Adéntrate en el mundo habitado por fantasmas que penan, títeres malditos, pactos siniestros y muertos que regresan para cobrar venganza.
Los títeres del Capi Oviedo

José Oviedo vivía en Celaya, era un hombre bastante simpático, un famoso titiritero que contaba con muchos amigos, quienes le pusieron de apodo de Capitán.
El capitán, ofrecía sus espectáculos en el centro de la ciudad y también en su domicilio. En algunas de sus funciones participaron más de 33 títeres, que eran preciosos. Tocaba temas como el de la Llorona, Cruz Diablo, Barca Azul, bailes que hacían pasar momentos muy gratos a chicos y grandes.

Se cuenta que una noche el titiritero se encontraba en su sillón descansando, leyendo una nueva obra de teatro, cuando de pronto se dio cuenta de que el soporte donde colgaban los muñecos se movía, se escuchaba como se golpeaban entre sí los cuerpos de madera.
De inmediato el Capi se incorporó del sillón, pero el ruido de los títeres continuaba. Se dio cuenta de que los muñecos se estaban moviendo solos en la tarima, la misma que servía de foro.
Por esa razón el titiritero pasó una mala noche, pues el miedo invadía su cuerpo y su mente.

Al amanecer, se dio cuenta de que sus títeres estaban fuera de su lugar y en desorden, todo se encontraban fuera de su caja ¡Todos estaban bailando!
Inmediatamente, el Capi fue a ver a un cura para contarle lo sucedido; el sacerdote le escuchó y le tranquilizó diciéndole que todo había sido producto de su cansancio e imaginación.

Con el paso del tiempo las funciones continuaron, pero un día, una de las marionetas que era de un Juez movió su cabeza para observar directamente al Capi, haciéndole un extraño y horroroso gesto con la cara.
El Capi se horrorizó, dejó de dar funciones para siempre, enterrando sus marionetas en el patio de su casa, le dijo a sus fanáticos que se ausentaba para conseguir más obras y más títeres.

Pasó el tiempo, los habitantes de Celaya afirmaban que en la casa del antiguo titiritero se escuchaban las danzas que ejecutaban los títeres y el sonido que producían sus pies de madera.
Algunos llegaron a oír aplausos, así que se empezó a divulgar que en esa casa espantan, pues el susto que se llevaba quien escuchaba el alboroto de los muñecos era tremendo y hasta se podía enfermar gravemente.
Hoy en día las marionetas son exhibidas en el Museo de Celaya, incluida la marioneta del juez.
La niña de la Alameda


Fue un día de julio, durante la noche, que se encontraba trabajando para poder pagar la cuota diaria que se le pedía; cuando de repente, miró extrañado la figura de una niña de entre 8 y 10 años, eran más o menos las 12 de la madrugada.
La niña se encontraba de pie frente al Mercado Morelos, portando un vestido blanco, con piel blanca, cabello rubio y rizado.
La pequeña hizo la parada al taxi de Don Javier, se subió rápidamente en el asiento trasero, pidiendo que la llevara a La Alameda, pues justo este lugar estaba lleno de juegos a los que anhelaba subir.
Don Javier, extrañado, decidió preguntarle a la niña si en aquel lugar se encontraban sus padres esperándola, pero ella no respondió. No obstante, al creer que ella no había escuchado la pregunta, decidió avanzar.
Al llegar al sitio, Don Javier se percató de que la zona estaba completamente sola, por lo que preguntó a la pequeña si sabía dónde se encontraban sus padres.
Sin embargo, al voltear hacia el asiento trasero, notó que la menor parecía hipnotizada mirando los juegos.
Don Javier sintió un escalofrío que recorría todo su cuerpo, y condujo velozmente con rumbo a su casa para calmarse un poco. Sin embargo, esa tranquilidad le duraría poco, pues al día siguiente, mientras se encontraba con varios compañeros de trabajo contándoles lo sucedido, un viejo taxista interrumpió la plática para contar algo que nadie se esperaba.
La temida mujer cabeza de caballo

Mi abuelita me contaba que debajo de un desnivel muy conocido en la ciudad de Celaya, una mujer aparecía en medio de la madrugada y espantaba a los hombres que regresaban de la parranda, completamente ebrios.
Se dice que la mujer tiene un velo que le cubre el rostro, además de un cuerpo sumamente sensual que atrae la mirada de cualquier hombre.
Pero si decides acercarte a ella te darás cuenta de que lo que era una hermosa cabellera en realidad son crines de caballo, pero eso no es lo peor, cuando la miras de frente, su cara es un infierno, ella tiene el rostro de un horrible caballo.

Los reportes siempre cambian, unos dicen que tiene la tez blanca, otros la tez morena, en otros hablan sobre el vestido, que es más o menos sugerente, dejando ver su espectacular figura.
¿Cuál es el origen?
En primer lugar, esta historia se remonta a hace siglos, donde existía una joven muy, muy hermosa. Se dice que su rostro era angelical, un cuerpo que atraía a todos los hombres. Bella como rosa, por lo tanto, muy popular entre los pretendientes.
La historia cuenta que la mujer recibió la invitación de un hombre rico, por lo que ella pensó que tenía mucha suerte; se encontraba vistiéndose para la ocasión, pero de repente su madre le prohibió ir.

Ella no lo tomó para bien, empezó a gritar y blasfemar. No solo eso, estuvo con la intención de golpearla. Sin embargo, al levantar el brazo fue detenida por una mano, que le dijo lo siguiente:
Te maldigo, ahora eres una mujer maldita. Todo por levantar el brazo contra la persona que te dio la vida. Por los siglos de los siglos, atraerás a los hombres, pero tu rostro de bestia los alejará
¿Cómo se aparece la mujer cabeza de caballo?
Por lo regular, la verán hombres lujuriosos, que se dejan llevar por los encantos, que están buscando una aventura fácil.
Ella estará parada en algún lugar público, usualmente una carretera o debajo del puente. Y cuando haya subido a tu coche, estará lista para mostrar su verdadera naturaleza.
Quienes han sobrevivido, han dicho que es como el infierno en la tierra.
La mujer es una lección para todos esos hombres que buscan aventuras fáciles, pueden resultar sorprendidos.
Y tú, ¿qué harías si se te aparece la mujer cabeza de caballo?
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