Levit Guzmán es originario de Cortázar, Guanajuato; además de ser un amante de los gatos, es productor, escritor.
Por más de 30 años fue locutor de radio, donde sin duda, formo parte de la historia de Radio Tecnológico, pues dirigió y mejoró con el tiempo la radiodifusora más alternativa, cultural y underground de Celaya.
Este melómano es bien conocido por su buen gusto musical; su padre, sus tíos y sus abuelos lo llevaron de la mano por este océano tan diverso.
Su familia, «Los Guzmán», son creadores y fundadores de «La Orquesta de los hermanos Guzmán» que tuvo su máximo apogeo entre los años 40 y 50.
Levit nos cuenta que en Cortázar hay una gran lista de músicos tocando en las orquestas más solicitadas de México; su padre, por ejemplo, que fue trompetista de corazón y de profesión, tocó en la orquesta de Luis Alcaraz.
No teniendo mucho que explicar al respecto, básicamente su familia creó y educó a este amante de la música, que más tarde compartiría su gusto por ella a una ciudad entera; ya que, todos los días, sin falta, fue el dirigente de las transmisiones de la radio cultural de Celaya.
Otra de las pasiones de este multifacético humano es la escritura.
Cuando hablamos de la escritura de Levit Guzmán, esta nos lleva por un viaje al pasado hasta su juventud, donde comenzó escribiendo cartas en Correos de México, pues en aquellos ayeres, el teléfono era exclusivo de las personas con buenos ingresos, así que era su trabajo interpretar cada una de las palabras de sus clientes y plasmarlas en el papel de una forma elegante, entendible y estructural.
«Escribir en un papel, no solamente un saludo, sino contar una historia, tratar de ser original, un suceso que lograra impactar al remitente, pues no solo era escribir por escribir, también era practicar, le ponía gran atención a cada una de las palabras que me contaban, ese era mi trabajo, la escritura».
Años después, el locutor se convertiría en el creador de la revista literaria «El Tejolote» publicación que abordaba temas estudiantiles, hablaba de creaciones literarias, cuentos, crónicas.
Pero que además contenía ilustraciones, algo así como un fanzine, que son publicaciones no profesionales por seguidores de un fenómeno cultural, todo esto sin compensación monetaria, simplemente amor al arte.
Al ser tan bueno con las palabras, Levit Guzmán se aventuró a escribir su primer libro de cuentos en el 2016 titulado «Amor y otras Rabias».
Con dicho libro fue ganador del concurso del INBA “Efrén Hernández”; no obstante, también vio la luz su cuento «Tres episodios sobre la muerte de Dios» que se publicó en un compilado junto a varios escritores en el 2018.
«Para escribir una buena historia, primero la tengo durante días en la cabeza, así las voy estructurando; hay algunas veces que tomo apuntes, pero soy muy flojo y he de decir que confió mucho en mi memoria, al final me acabo diciendo ¡Chin, lo hubiera apuntado!»
A manera de epílogo, entre plantas y gatos, su pipa se prende a ratos, «la música no nos puede faltar» expresa, pues ameniza la plática, sus barbas reflejan el calor de su sabiduría y su imaginación imparable.
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